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domingo, 30 de octubre de 2011

Leyenda del YKUA BOLAÑOS


DISTRITO DE CAAZAPA

ORIGEN DEL NOMBRE

El nombre de CAAZAPA se forma de la contracción caaguy jajhasapá, que traducida al español significa  al  pasar el monte o bosque. Esta era una referencia geográfica muy utilizada en la época de la fundación de Caazapá, cuando los bandeirantes venidos del Brasil o los evangelizadores venidos de España, indicaban que al pasar el gran monte o bosque de esta zona, se encontraban con una gran planicie que llegaba  hasta las Misiones paraguayas o argentinas. Los usos corrientes a través del tiempo, generalizaron el nuevo nombre con su forma contraída y la tradición adoptó definitivamente a CAAZAPA como nombre oficial.

FUNDACION DE CAAZAPA

Esta Ciudad fue fundada por FRAY LUIS BOLAÑOS, misionero franciscano  español, el 10 de enero de 1607, con el nombre de SAN JOSE DE TEBICUARY; mas tarde cambiado por el de SAN JOSE DE CAAZAPA, al principio como una reducción franciscana de indios, la cual fue creciendo aceleradamente hasta transformarse en pueblo y luego mas tarde en Ciudad. Posteriormente y a través del uso popular su nombre fue abreviándose hasta quedar como CAAZAPA.
Su primera ubicación fue el PARAJE GUAVIRA, ahora  ROSARIO GUAVIRÁ, sobre la Ruta No. 8 Dr. Blas Garay. De ahí se mudó a su actual asiento, en Septiembre de 1687, sobre una colina entre los arroyos Pirity y Guahó.

Para la fundación de Caazapá, Fray Luis Bolaños estuvo acompañado de los cuarenta indios que había traído desde la Reducción de SAN BUENAVENTURA DE YAGUARON.

La Ciudad de Caazapá es la Capital del Sexto Departamento de Caazapá y asiento de la Gobernación Departamental.

LEYENDA DEL YKUA BOLAÑOS

En las referencias históricas se entremezclan la fundación de la Ciudad de Caazapá con la leyenda del Ykuá Bolaños, en la misma fecha y época.
Este ykuá forma parte de la identidad cultural y tradicional de la comunidad caazapeña. Su fama se proyecta nacional e internacionalmente, con su aura de misterio y milagros.
Corrían los últimos días del mes de Diciembre del año 1606, cuando Fray Luis Bolaños llegó a los dominios de los salvajes caciques guaraníes CABABAYU, ÑANDEGUA y GUAREPA, quienes reinaban en esta zona. Por esa época, asolaba el lugar una terrible sequía se siete años contínuos. En los primeros días del mes de Enero de 1607, Fray Luis Bolaños llegó hasta los alrededores del Ykuá, donde se encontró con los belicosos indios, a quienes intentó evangelizar hablándoles de DIOS ( Tupá para los indios ). Estos le rodearon y en tono amenazante exigieron a BOLAÑOS una prueba del poder del DIOS a nombre del cual hablaba, diciéndole en guaraní: " SI ES VERDAD QUE DIOS EXISTE, SU MILAGRO QUEREMOS VER, HAZ QUE SURGA AQUÍ EL AGUA O MORIRAS  A FLECHAZOS "

Ante la amenaza, Bolaños exploró con su bastón de madera el suelo, hasta que alzando la mirada al cielo y orando dijo en guaraní: LEVANTA ESA PIEDRA Y EL AGUA BROTARA, señalando una piedra cercana. Así lo hizo un indio y al levantar la piedra tocada por Bolaños con su bastón el agua brotó, salvando su vida Bolaños y sus acompañantes. Desde esa fecha y hasta la actualidad esa agua no ha dejado de surgir desde las entrañas de la tierra, siendo esto corroborado por las generaciones posteriores a quienes en distintas épocas de acuciante sequía el Ykuá proveyó generosa e inagotablemente de agua.
La Empresa norteamericana prospectora de uranio ANWCHUTZ, con electrosonda midió el fondo del Ykuá en el año 1983, certificando que las ondas llegaron hasta 900 ( novecientos ) metros de profundidad. Llama poderosamente la atención de los entendidos que desde esa profundidad surja el agua con tanta presión y en forma tan constante desde hace 400 años.

La leyenda le atribuye poderes mágicos para el amor o la amistad. Su alegoría dice que quien bebe de sus aguas   en compañía de la persona amada o apreciada queda a su lado para siempre. Y que, quién bebe de sus aguas pensando en la persona amada o de su aprecio consigue que la misma regrese a su lado. Otra referencia indica que quién bebe de sus aguas regresa siempre a Caazapá. Existen miles de testimonios vivientes sobre el acierto de estas leyendas.


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