Yo formo Parte de un Paraguay Mejor

miércoles, 9 de enero de 2013

EL YVAPURU... DEL PARAGUAY...






 
 “Yvapuru: Maravilla de la naturaleza. En la propiedad hay tres arboles de yvapuru, una fruta tradicional que solo existe en Latinoamérica. Especialmente en algunas zonas del Brasil, Chaco argentino y en nuestro país, de acuerdo a los informes investigativos relacionados al producto. Esta fruta morada al principio y negra al madurar es muy sabrosa y crece del tallo de la planta. Puede proveer de 150 a 250 kilos de fruta y con ella se preparan refrescos, mermeladas, licores, vinagres caseros y otros. Y aunque en el imaginario colectivo es masculino, la sensualidad del árbol y también de la fruta le otorgan simultáneamente una faceta femenina. Ojitos de guapurú, por ejemplo, es una expresión inmortalizada en canciones populares. Constituye un halago y se lo emplea como sinónimo de ojos hermosos, cuando una mujer los tiene grandes, agraciados, vivaces e intensamente negros. Maravilla de la naturaleza”.


En una semana agitada, con mucho trabajo y con tareas pendientes de la facultad almorcé en un lugar de comidas rápidas. Tenía poco tiempo, comí rápido y para distraerme un poco leí una revista dominguera. Entre página y página no terminé de leer todos los artículos hasta que algo me detuvo. Una imagen. La foto de un árbol que hace mucho no veía: El yvapurú.

La revista decía:



Que lindo fue volver a ver aquel arbol y sus frutas, esta vez sólo desde una fotografía. Miles de emociones y recuerdos de infancia vinieron a mi mente y sentí un cosquilleo en el corazón.

En Cerrito Ñeembucú, lugar en el que crecí, este árbol me dio las tardes más divertidas. Trepar sus ramas era divertido y saborear sus frutas era el postre perfecto.

Como olvidar su color, el aroma que desprendían cuando estaba madura, cómo se hinchaban después de un día de lluvia!! El sabor de su jugosa pulpa todavía puedo sentir en la boca.

Y sí, también me decían “resa yvapurú” (ojos de yvapurú) por mis grandes ojos. En ese tiempo no me gustaba el apodo, hoy me da melancolía recordarlo.

Hace 4 años que no pruebo el sabor de aquella fruta pequeñita. Quizá no sea una fruta cara o famosa, pero es tan nuestra, tan exótica que nada se compara a ella.

Es bueno saber que todavía existen en rincones paradisiacos del Paraguay, que niños y adultos paraguayos, aún pueden disfrutar de este regalo de la naturaleza, que me encantaría que todos conozcan.

No era necesario ir hasta un supermercado a comprarla, sólo debías estirar el brazo y tomar de las ramas la que más te guste.

En esta nueva vida que llevo, de asfalto, polución sonora y comidas chatarras con alto contenido de glucosa y grasa…todavía recuerdo al yvapurú, el aire fresco y el sonido del canto de los pájaros que alguna vez tuve como rutina diaria y que hoy vuelven a mí al cerrar los ojos y recordar que parte de mi felicidad cabía en una pelotita morada que crecía en un árbol del patio de mi casa.

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