Indert considera clave avanzar hacia la soberanía territorial
- Organismo cree que las acciones emprendidas por el Gobierno en este tema no están fuera del contexto regional, a la luz de lo que plantean los vecinos Argentina y Brasil. “Mal podría el Paraguay, en este proceso de cambio, renunciar a su soberanía territorial, como plantean algunos sectores”, opina su presidente, Marciano Barreto.
Al observar los procesos que se vienen dando en países vecinos como Argentina y Brasil, cuyos gobiernos se hallan embarcados en reglamentar la venta de tierra a extranjeros, “se puede deducir que no estamos fuera del contexto regional cuando empezamos a instalar el tema de la necesidad de recuperar soberanía territorial”, analiza Marciano Barreto, presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
Opina que se trata de un tema que debe estar en la agenda de cualquier gobierno “con vocación democrática y patriótica”. Para él, eso es exactamente lo que evidencian las acciones emprendidas tanto por Dilma Rousseff como por Cristina Fernández, presidentas de Brasil y Argentina, respectivamente.
El territorio, y sus recursos naturales, debe ser administrado y “sobre todo preservado por el Estado, y en esa línea estamos trabajando desde el Indert, recuperando aquellas tierras que son públicas, pero que hoy están en manos de personas que las explotan de manera ilegal y que, además, en la mayoría de los casos, no son beneficiarias de la Ley del Estatuto Agrario”.
Para Barreto, la soberanía territorial forma parte del proceso de integración de los pueblos, en un marco del respeto a las leyes de cada país y del propio bloque regional. “Paraguay ya no se siente una isla en el contexto internacional, más aún luego de las conquistas en materia de soberanía energética”. Por esa razón, sus esfuerzos actuales apuntan a la recuperación de la soberanía territorial “como una tarea de todos, en el marco de las leyes y cumpliendo todos los requisitos exigidos por la Constitución Nacional”, advierte Barreto. “Los países vecinos están embarcados en el mismo proceso de preservar sus derechos sobre sus dominios territoriales, por lo tanto Paraguay no puede renunciar a su legítimo derecho y obligación de regular la tenencia de la tierra en su territorio”, enfatiza.
Sobre el proceso de reordenamiento territorial, regularización y saneamiento en la tenencia de la tierra emprendido por el Indert, Barreto reitera que “no tiene que ver con ninguna violación o atropello de derechos ni se cimenta sobre elementos como la discriminación, el despojo de tierras de origen legal y legítimo”. Al contrario, “responde a un interés superior del Estado paraguayo por asumir su verdadero rol en democracia, llevando institucionalidad al campo, haciendo cumplir las leyes de la República en beneficio de todos. Mal podría el Paraguay, en este proceso de cambio, renunciar a su soberanía territorial, como plantean algunos sectores”, concluye.
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