La rentabilidad de la soja que es descomunal provocó que se expandiera la frontera agrícola. Más de 12 millones de personas convivieron el último año con la aplicación de 370 millones de litros de agrotóxicos. En las provincias de Córdoba y Santa Fé rocían desde los aviones. Sin embargo la lucha de las madres de Ituzaingó, logró que se aplicara la Ley de Residuos Peligrosos contra empresarios sojeros. Hoy los pueblos pueden exigir frenar una fumigación que contamina un barrio o una escuela.
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En los últimos diez años, la frontera agrícola se expandió casi en un 60 por ciento, avanzando sobre regiones destinadas a otras producciones, sobre territorios con agricultura familiares y, masivamente, sobre bosques.
La tonelada de soja que cotizaba a 160 u$s en 2001, en julio de 2012 valía 600 u$s, el rendimiento promedio es de 3 a 4 tn/ha, los costos de producción son de 200-250 u$s/ha: la rentabilidad es descomunal. De un total de 300 mil productores rurales existentes en todo el país, 80 mil se dedican a esta agricultura transgénica y química; de ellos solo 20 mil concentran el 70 por ciento de la producción y son básicamente pooles de siembra que producen mediante el arrendando campos o intrusando territorios de pueblos originarios o de campesinos ancestrales.
Esta agricultura imperante se sostiene sobre el monocultivo agroindustrial utilizando un paquete tecnológico que incluye siembra directa, semillas transgénicas y aplicación de agrotóxicos. En ese marco, como consecuencia de la inviabilidad natural del monocultivo, para poder sostener la producción se aplican cantidades cada vez mayores de agroquímicos, en un territorio donde conviven con los cultivos transgénicos más de 12 millones de personas.
Es preciso reconocer que los “productos” que utilizan son todos venenos: los herbicidas como glifosato, 2.4D o atrazina, están destinados a matar plantas, y los orientados a matar insectos más utilizados son endosulfán, clorpirifós, dimetoato, etc., todos tienen efectos deletéreos sobre la salud humana.
La utilización de estos agrotóxicos viene aumentando exponencialmente desde el año 1990: en ese momento se usaban 30 millones de litros/kg de venenos, en la campaña 2011/2012 se aplicaron más de 370 millones de litros. En la misma hectárea donde se usaban 2 ó 3 litros de glifosato por año, hoy se usan 8 ó 12 litros y se le agrega 1,5 litros de 2.4D por año, en Santiago del Estero, Salta y Chaco se usa hasta 20 litros/ha. de Round Up.