Compartimos con ustedes la gran alegría que sentimos desde Tierraviva por el hecho de que desde el viernes a la tarde, Kelyenmagategma (Puerto Colón) ya cuenta con tierras. 8.700 hectáreas fueron adquiridas por el Estado luego de más de 10 años de lucha judicial en sede interna, internacional y física ante la misma comunidad.
Kelyenmagategma es una comunidad que sufrió todo tipo de hostilidades. Tres intentos violentos de desalojos forzosos, corridas con armas de fuego hacia los miembros de la comunidad, muertes, abandono, procesos judiciales a sus miembros, sus líderes y sus asesores jurídicos, entre otras muchas cosas. Por eso, la alegría que hoy la comunidad nos manifestó es la esperanza cifrada en un futuro real y no ambiguo, es el derecho de poder planificar una realidad mejor. El caso no ha terminado, todavía hay mucho que seguir luchando, pero ya bajo otros términos y condiciones.
Hay muchas personas que estuvieron peleando junto a la comunidad desde distintos lugares. Hoy la comunidad nos pidió a Tierraviva, las fotografías y nombres de todos quienes estamos y estuvieron a su lado, de forma a levantar en sus tierras un museo contando su historia y su lucha. Tengan la seguridad que serán recordados, porque mucho es lo que se ha caminado en un terreno lleno de obstáculos y amenazas.
Desde Tierraviva, por lo que nos toca, agradecemos de corazón tanto apoyo y tanto acompañamiento. Nuestro trabajo es posible gracias a mucha gente que cree en esto y en la lucha de las comunidades indígenas por recuperar sus tierras. En estos tiempos donde prima la necesidad del resultado inmediato, este tipo de luchas de largo tiempo muchas veces no son atractivas ni motivadoras de sostenerlas, razón por la cual agradecemos a quienes creen y siguen apostando a nuestro trabajo y a la comunidad, desde diversos lugares.
Hoy los Enxet tienen más hectáreas que sumar para hacer realidad una parte de la reparación que como sociedad les debemos
Kelyenmagategma es una comunidad que sufrió todo tipo de hostilidades. Tres intentos violentos de desalojos forzosos, corridas con armas de fuego hacia los miembros de la comunidad, muertes, abandono, procesos judiciales a sus miembros, sus líderes y sus asesores jurídicos, entre otras muchas cosas. Por eso, la alegría que hoy la comunidad nos manifestó es la esperanza cifrada en un futuro real y no ambiguo, es el derecho de poder planificar una realidad mejor. El caso no ha terminado, todavía hay mucho que seguir luchando, pero ya bajo otros términos y condiciones.
Hay muchas personas que estuvieron peleando junto a la comunidad desde distintos lugares. Hoy la comunidad nos pidió a Tierraviva, las fotografías y nombres de todos quienes estamos y estuvieron a su lado, de forma a levantar en sus tierras un museo contando su historia y su lucha. Tengan la seguridad que serán recordados, porque mucho es lo que se ha caminado en un terreno lleno de obstáculos y amenazas.
Desde Tierraviva, por lo que nos toca, agradecemos de corazón tanto apoyo y tanto acompañamiento. Nuestro trabajo es posible gracias a mucha gente que cree en esto y en la lucha de las comunidades indígenas por recuperar sus tierras. En estos tiempos donde prima la necesidad del resultado inmediato, este tipo de luchas de largo tiempo muchas veces no son atractivas ni motivadoras de sostenerlas, razón por la cual agradecemos a quienes creen y siguen apostando a nuestro trabajo y a la comunidad, desde diversos lugares.
Hoy los Enxet tienen más hectáreas que sumar para hacer realidad una parte de la reparación que como sociedad les debemos
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