*Comunicado de Prensa*
28 de junio de 2012
***Paraguay*
El CCFD-Terre Solidaire y las organizaciones contrapartes temen una « revancha » de la oligarquía
A consecuencia de la destitución del presidente Fernando Lugo, que ocurrió el viernes 22 de junio de 2012, el CCFD- Terre Solidaire y sus contrapartes paraguayas, en particular las organizaciones Decidamos, SERPAJ, CODEHUPY y la JOC, expresan su mayor preocupación ante ese “golpe de estado parlamentario” que pone en peligro la democracia, el estado de derecho y el proceso de reformas socio-económicas.
Despachada en algunas horas, en violación de las normas constitucionales e instrumentalizando unas tensiones sociales recientes, esta destitución toma la apariencia de una “revancha” de la oligarquía, en particular de los terratenientes que nunca aceptaron la elección de Fernando Lugo a la Presidencia.
El CCFD-Terre Solidaire y sus contrapartes paraguayas piden a los países del MERCOSUR y también a la Unión Europea que apoyen los esfuerzos de la sociedad civil que se opone a ese golpe político contra un presidente democráticamente elegido.
La llegada al poder del ”Obispo de los pobres” en 2008 ponía fin a más de 60 años de dominación del Partido Colorado y de dictadura militar, y marcaba la primera verdadera alternancia democrática en el poder desde el año 1989. Su compromiso principal – emprender una reforma agraria – respondía a la demanda histórica de los movimientos sociales del Paraguay, *el país con mayor desigualdad en el mundo en cuanto a la distribución de la tierra *(el 1 % de los propietarios posee el 84 % de la tierra). Pero desde su elección en el 2008, nunca dispuso de una mayoría favorable en el Parlamento, el Congreso estando en manos de los partidos tradicionales. Sin embargo, durante su mandato, se pudo notar algunos avances sociales, en particular en materia de redistribución o de implantación de un sistema básico de salud. En cambio, todas sus iniciativas para limitar el peso del monocultivo de la soja y la extrema concentración de la tierra fueron bloqueadas por el Parlamento, dominado por los representantes de la oligarquía terrateniente. En varias ocasiones, durante su mandato, ya le habían amenazado a Fernando Lugo con destituirle.
Desde la destitución de Fernando Lugo, ningún país ha reconocido el nuevo gobierno, se ha suspendido la participación de Paraguay en el MERCOSUR, y la UNASUR se reúne en Perú con el fin de establecer una posición común. Los países vecinos de Paraguay han denunciado “un golpe de estado parlamentario” que ha sido declarado “inaceptable” por Cristina Fernández de Kirchner, y calificado de “ruptura del orden democrático” por Dilma Rousseff. Por todo esto, se evidencia el consenso internacional acerca de las dudas sobre la legalidad del proceso que llevó al derrocamiento de Fernando Lugo. Al mismo tiempo, se multiplican en Paraguay las manifestaciones de apoyo al presidente Lugo.
Aunque se le puede reprochar errores políticos, el CCFD-Terre Solidaire y sus contrapartes de la sociedad civil paraguaya no pueden aceptar la manera con la que ha sido orquestada la destitución de Fernando Lugo, sin dejarle, por ejemplo, la posibilidad de defenderse en debida forma. El acta de acusación revela graves imprecisiones y no se le ha concedido ningún plazo razonable para su defensa.
Es preciso situar también esta destitución expeditiva en la perspectiva de la elección presidencial de 2014, que agudiza los apetitos de los distintos partidos, tanto más cuanto que Fernando Lugo había afirmado que no volvería a presentarse. Por ejemplo, Federico Franco, el nuevo presidente nombrado por el Parlamento, nunca disimuló su interés por el cargo de primer mandatario, a pesar de que fue miembro en el 2008 de la misma candidatura que el presidente destituido.
El CCFD-Terre Solidaire apoya organizaciones campesinas paraguayas que se han implicado en favor de la reforma agraria. Durante los últimos años, esta cuestión ha cristalizado alrededor del asunto de las « tierras mal habidas »: son tierras ilegalmente acaparadas por grandes propietarios, paraguayos o brasileños, y los movimientos campesinos reclaman su restitución. Hay campesinos sin tierra que ocupan “tierras mal habidas” con el fin de llamar la atención de la opinión pública. Lo que ha desencadenado esta crisis política ha sido una masacre de campesinos sin tierra.
Para más información sobre las actividades del CCFD-Terre Solidaire en
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