(Asunción, 30 de Junio de 2012)
Ante la Decisión del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas, asumida en la ciudad de Mendoza el 29 de junio de 2012, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República del Paraguay expresa cuanto sigue:
1. En la República del Paraguay no se dio ni existe ruptura del orden democrático. Las instituciones democráticas se encuentran en plena vigencia, y los derechos y libertades están garantizados, conforme lo establece la Constitución Nacional.
2. Por lo tanto, la República del Paraguay no acepta dicha Decisión, por haber sido adoptada al margen de las disposiciones del Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas.
3. La decisión de suspender la participación de la República del Paraguay en los órganos e instancias de la Unión se tomó sin sustento jurídico alguno. Ninguna norma vigente autoriza a excluir a un Estado Miembro, o a sus representantes, de las reuniones de UNASUR. El Gobierno Paraguayo exige que se señale concretamente la disposición que le sirvió de fundamento. Además, la decisión contradice los principios del Tratado Constitutivo de UNASUR, pues no respetó la soberanía del Paraguay ni se ajusta a la voluntad de construir de manera participativa y consensuada un espacio de integración y unión entre los Estados suramericanos.
4. La República del Paraguay manifiesta su preocupación y alerta a la comunidad internacional sobre el procedimiento utilizado en este caso, el cual se ha basado principalmente en emociones políticas, soslayando el derecho internacional, a pesar de su constante invocación por parte de otros países suramericanos. La decisión adoptada debilita y desvirtúa lo establecido en el Tratado Constitutivo de UNASUR, y es, categóricamente, ilegal e ilegítima.
5. Por otra parte, la decisión se contradice al reafirmar su “solidaridad irrestricta con el pueblo paraguayo” y, al mismo tiempo, determinar que se promoverá “la suspensión de la República del Paraguay en los foros y mecanismos de diálogo y concertación política e integración de la región”. A la República del Paraguay se le aplica, una vez más, para encubrir medidas irregulares que tendrán consecuencias negativas en la población nacional, la frase tristemente célebre de que esas medidas “no son contra el pueblo paraguayo sino contra el Gobierno del Paraguay”.
6. Ante estos sucesos, la República del Paraguay evaluará, conforme a sus legítimos derechos e intereses, su continuidad en la Unión de Naciones Suramericanas.
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